29 mars 2008
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Es pues en este retiro que durante la última semana realicé un Retiro del Retiro. Gracias a la invitación de mi compañera de curso Emilie Schuer, fuimos junto a ella y 5 de sus amigas más a una casa perdida en la región de Les Ardenes. Un viaje de lunes a viernes, pero sobre todo un taller.
La casa que nos tocó, tenía tres pisos y una bodega. rodeada de un río y el bosque, y nada de civilizcación alrededor, fueron la mejor escusa para trabajar en lo que a cada uno le inspiró más. Así, yo me dediqué a la lectura de dos novelitas: “El tren pasa primero” de Elena Poniatowska, en ánimo revelde de las luchas sociales de los rieleros en ese México lindo y corrupto que ha acompañado toda su historia democrática, y el segundo “La amigdalitis de Tarzán” del querido Alfredo Bryce Echenique, una crónicaal desencuentro eterno e hilarante de una pareja que siempre se encuentra en el lugar y circunstancias equivocadas, el “Estimeated time of arrival” erróneo, como lo llama Juan Manuel Carpio, el enamorado protagonista. Una novela que permite reírse desinhibidamente de uno mismo. También pude escribir y corregir un poco cosas viejitas, un sentimiento de felicidad constante que creció dentro mío y que me hizo bien. Siguen siendo las mismas cosas las que me alimentan con calma pero profundamente. También pude trabajar en mi proyecto de tesis, y bueno, dándole forma a aquello.
Me encargué con pasión del enscendido de la chimenea como buen varón del grupo, y me dejé fascinar por el fuego como cualquier humano que se respete. En la noche hicimos juegos de mesa: Pictionary (en francés, o sea que en desventaja yo), y Detective en el que si pude ganar a las damas presentes, para angustia de una de ellas feminista declarada que fue quien levantó el grito al viento de que el único varón en la sala había salido con la victoria. Hasta ese momento yo no había tenido consciencia de aquello, creo que afectó más a sus compañeras que a mí su angustia. En fin también nos hicimos una noche Les Luthiers, y yo como en casa y siempre compartiendo la risa que tanto me gusta compartirla e incluso a veces estudiarla y descifrarla. Pensé mucho en mi familia, en el cielo y las estrellas, pese a la nieve, y en seguir contruyéndome. Feliz con ese retiro del retiro.
En mi vuelta a Bruselas, trato de hacer un ritmo lindo que me haga bien, hoy psicina, una comida rica, un seminario "pensando al mundo desde Bolivia", y la ópera La Traviatta de Verdi que trato de comenzar a hacer mi colección que viene cada sábado con Le Soir, el periódico de aquí.
Abrazos a todos
PD.- También feliz de haberme desinscrito hoy de esa cosa a la moda del voyerismo llamada Facebook.