Overblog
Editer l'article Suivre ce blog Administration + Créer mon blog

Profil

  • Gabriel Iriarte Rico - La Máquina de leer
  • Leer el mundo, emanciparse
  • Leer el mundo, emanciparse

Recherche

CatÉGories

20 janvier 2007 6 20 /01 /janvier /2007 18:22

Hace semanas que mi amiga Carla Rojas, con quien inauguramos el programa televisivo “El mañanero” en el Canal 9, me venía invitando a una reunión de productos de cuidado de la salud. Ella sigue haciendo la conducción del programa y nuestros encuentros casi siempre tienen que ver con el pedido mío de darnos cobertura a las actividades culturales de la Alianza. Durante el festival de Cine Europeo, en diciembre, Carla me había hecho la propuesta de vernos más seguido y ahí lanzó que la acompañara a las reuniones de cuidado de la salud. A mi el tema no me sonaba muy atractivo, pero aprecio mucho a Carla y me era difícil decir un no definitivo. Por muchas razones fui posponiendo el encuentro, primero era la visita de Natalia en Bolivia, luego la guerra de la prefectura y finalmente la última semana no tuve excusa ni conmigo mismo para no ir. Además me quedaba de camino a una cita de vinos y queso en casa de amigos, tenía una media hora fácil para desperdiciar. Carla me recibió con su gran sonrisa como siempre y me hizo tomar asiento. Ahí me encontré con un antiguo amigo de colegio al que también había invitado la misma Carla y que estaba igual de perdido sobre el asunto de la reunión. Luego de ponernos al día en nuestras vidas, me sentí mejor de estar acompañado, no me hacía mucha gracia el ambiente a secta que se veía en los rostros forzadamente sonrientes de quienes frecuentaban el lugar, todos tenían un prendedor en el pecho que decía algo cómo “Tengo el peso ideal, pregúntame cómo”, ya me comenzaron las ganas de irme, pero decidí disfrutar de lo que venía que no prometía ser muy serio.

Nos hicieron pasar a un salón de eventos mediano, con una pequeña pantalla en el frente y música de moda, exactamente era un reguetón: “Atrévete”. Luego de unos minutos, la sala estaba llena y un joven con cara de comedia salió bailando al frente y empezó a hablar un poco atropelladamente como si nos diera la bienvenida a una fiesta, mientras el sector de atrás de la sala aplaudía bulliciosamente, dando alaridos de contento nada naturales. Tragué seco. Nos soltaron un video sobre lo que era Herbalife, todo en inglés subtitulado, una pésima edición que contaba sobre una empresa enorme que se basaba en discursos multitudinarios y vendía bajar de peso y un supuesto bienestar. Luego una chica que a decir verdad era bastante mala oradora -he visto muchos mejores vendedores en las flotas que venden matesitos, collares, baba de caracol y hasta alambres con forma de flores y he estado al borde de comprarles- nos explicó sobre el producto; me causó escalofrío porque se trataba de en vez de comer tomar un jugo espeso en la mañana, otro en la noche (sabor frambuesa y vanilla) en vez de nuestros bifes, silpanchos, ajís de lengua, majaditos, truchas, charque. Ni siquiera tomar una gota de nada más que no sea el dichoso jugo aquel –con consuelo yo pensaba en mi botella de vino y mi queso roquefort que llevaba en mi bolsa-. Pasaron a ofrecernos degustar el producto, era espantoso, la música sonaba “Atrévete, ponte hi”.

El evento comenzaba a durar más de lo previsto y mi celular vibraba, mis amigos me esperaban para la mesa de quesos prometida. Hice un gesto de quererme levantar y en eso vi a Carla que parecía entrar en pánico al ver mi actitud inquieta. Volví a tomar asiento, ahora Carla pasó al frente, primero a cenar, es decir a tomar su jugo que quita hambre y fortalece. Luego explicó mil fórmulas inequívocas para hacerse millonario con la empresa, y yo ya estaba convencido que jamás me metería en una empresa así ni por millones de dólares al día, lo digo en serio. Luego de las mil formas de hacerse rico, comenzaron a desfilar personas que habían enflaquecido y llevaban ganancias de una media de 600 dólares al mes. No lo soporté más, no sé en qué habrá terminado el asunto, ese rato huí precipitadamente, la noche me protegió y el aire fresco me hizo ver que había un mundo también sin obsesiones. Tuve una linda velada en la que comí mucho jamón, quesos, tomamos vino y un poco de cerveza. Carla me llamó a mi celular para decirme si no me animaba a entrar a la empresa. Le dije que no tenía coraje para vender algo en lo que no creía, pero le mandaría clientes.

Partager cet article
Repost0

commentaires

P
hola , soy de cochabamba y por casualidad llegue a leer lo q escribiste en relacion a  Herbalife, me parece q perdieron su tiempo invitandote ,y tu perdiste tu tiempo escribiendo semejante receña sobre tu noche, me pregunto si no tendras una forma mas productiva de perder tu tiempo, si no te gusto la forma de actuar de las personas q estaban mejor, por q herbalife no es para personas como tu...
Répondre
G
Estimada Paty, coincido en una cosa contigo y en la otra difiero: Tienes razón, aquella noche (ya hace casi un año) entré en pánico y recuerdo vivamente el esfuerzo por manipular a la gente a que trabaje para Herbalife, una empresa que explota, pues no paga seguro de salud, ni oficinas, ni si quiera un sueldo fijo, sino que la gente trabaja para ellos, gratis (toman porcentaje de ventas) encima todos son una publicidad ambulante con sus prendedores, poleras y en la exposición que hacían decían: TODA OPORTUNIDAD ES BUENA PARA HABLAR DE HERBALIFE"Francamente un escándalo de la explotación y manipulación, en mi modo de entender la dignidad del trabajo. Pero tienes razón, todos somos libres de elegir lo que decimos y hacemos, por eso yo elegí no estar, y elegí escribir la reseña pues me parecía necesidad imperiosa de decir mi verdad. Así como tu pudiste opinar en mi blog, y nadie te lo prohibe.Y sí, yo perdí mi tiempo en ir a la reunión )aunque aprendí mucho tb sobre apreciar la buena comida, placer básico cultural en Cochabamba). Recuerdo con cariño la cena luego de ese meeting Hebalifsista.Pues así, esa es mi opinión sin afán de ofender, sólo de decir mi verdad.SaludosPD.- Me gustó lo de "herbalife no es para personas como tu..." Que alivio, eso me garantiza que aún soy humano con propio poder de decisión y no al servicio de una maquina de hacer dinero.
A
Un coucou juste en passant, j'ai quelques notes de retard sur ton blog il va falloir que je prenne le temps de lire tout ca ! <br /> Bisous!<br /> Audrey
Répondre
G
Salut Audrey!!!!!!!<br /> Toujours fait plaisir d'avoir nouvelles de toi, même si son courts. Bisous!
M
buena la foto
Répondre
A
Albert Camus Bodas en Tipasa (fragmento) " En los misterios de Eleusis, bastaba contemplar. Aquí mismo, sé que nunca me aproximaré suficientemente al mundo. Necesito estar desnudo y hundirme luego en el mar, perfumado todavía por las esencias de la tierra, lavarlas en él y atar sobre mi piel el abrazo por el cual suspiran, labio a labio, desde hace tiempo, la tierra y el mar. Inmerso en el agua, sobrevienen el escalofrío, la subienda de una liga fría y opaca; la zambullida, luego, con el zumbido de los oídos, la nariz manante y la boca amarga –nadar: sacar del mar los brazos barnizados de agua para que se doren al sol y sumirlos de nuevo en una torsión de todos los músculos; el curso del agua sobre mi cuerpo, esa tumultuosa posesión de la onda por mis piernas– y la ausencia de horizonte. En la playa, es la caída sobre la arena, abandonado al mundo, de vuelta a mi peso de carne y huesos, embrutecido de sol, teniendo, de vez en cuando, una mirada para mis brazos en donde las charcas de piel seca descubren, al deslizarse el agua, el vello rubio y el polvillo de sal. (...) Los árboles se habían poblado de pájaros. La tierra suspiraba lentamente antes de entrar en la sombra. Dentro de un momento, con la primera estrella, caerá la noche sobre la escena del mundo. Los resplandecientes dioses del día tornarán a su muerte cotidiana. Pero otros dioses vendrán. Y para ser más sombríos, sus asolados rostros habrán nacido en el corazón de la tierra. Ahora, al menos, la incesante eclosión de las olas sobre la arena me llegaba a través de todo un espacio en el que danzaba un polen dorado. Mar, campiña, silencio, perfumes de esta tierra, me henchían de una vida odorante y mordía en el fruto, dorado ya, del mundo, conturbado al sentir su jugo dulce y fuerte deslizarse a lo largo de mis labios. No, no era yo quien contaba, ni el mundo, sino el acuerdo y el silencio de que él en mí hacía nacer el amor. Amor que no tenía yo la debilidad de reivindicar para mí solo, consciente y orgulloso de compartirlo con toda una raza, nacida del sol y del mar, viva y sápida, que extrae su grandeza de su sencillez y, de pie sobre las playas, dirige su sonrisa cómplice a la sonrisa luciente de sus cielos. " <br /> Para ti Carla , un fragmento de Bodas ( las màs seguras que conozca yo:entre el hombre y la tierra) y todos los que no pueden leer Albert Camus en frances. Buen provecho...a comerse el mundo!!!<br />
Répondre
P
Paroles de Natation Synchronisée VINCENT DELERM Nous avons connu les correspondantes allemandes Et les correspondants anglais Nous avons disputé des interclasses de hand Et des interclasses de volley Nous avons révisé les accords de Yalta Juste à côté d’une robe en lin Et nous avons mélangé Sergi Bruguera Avec le blocus de Berlin Nos histoires d’amour sont les mêmes Comme si nous avions pratiqué Dans des piscines parallèles La natation synchronisée Nous avons cru faire une transat En solitaire mais à la place Nous ne dessinons sur l’asphalte Qu’un ballet d’Holiday on ice Nous avons essayé le dry Schweppes pamplemousse Milos Forman et Fassbinder Les barquettes plastique de fish & chips à Portsmouth Elle photographiait nos erreurs Nous avons subi le soir du 21 juin Des reprises de La Bombe Humaine L’eau vive à la flûte à bec par des CM1 Just Like Heaven avenue du Maine Nos histoires d’amour sont les mêmes Comme si nous avions pratiqué Dans des piscines parallèles La natation synchronisée Nous avons cru faire une transat En solitaire mais à la place Nous ne dessinons sur l’asphalte Qu’un ballet d’Holiday on ice Sur celle avec ta sœur dommage tu fermes les yeux Celle-là le flash est pas parti Là c’était l’hôtel le dernier soir à Malmö Ca je sais même pas où c’est pris Nous avons vu l’éclipse tout en haut d’un talus Nous avons marché sous la pluie Elle s’est assise un soir au fond du resto U Par hasard j’étais là aussi Nos histoires d’amour sont les mêmes Comme si nous avions pratiqué Dans des piscines parallèles La natation synchronisée Nous avons cru faire une transat En solitaire mais à la place Nous ne dessinons sur l’asphalte Qu’un ballet d’Holiday on ce Nos histoires d’amour sont les mêmes
Répondre